jueves, 17 de noviembre de 2022

París, la ciudad del amor

Hace un tiempo comenzamos el proyecto de Phileas Fogg, el protagonista de La vuelta del mundo en 80 días. Una de las ciudades que Phileas visitó fue París, así que recolectamos todo lo necesario para viajar y nos fuimos a visitar esta ciudad. 


Lo que no nos esperábamos es que... ¡Phileas Fogg nos iba a acompañar!  Un buen día se presentó en nuestra clase y se unió a nuestra expedición por el mundo. 



Como todo buen proyecto, lo primero que teníamos que hacer era reflexionar sobre lo que sabíamos de esa ciudad y lo que queríamos conocer.

El siguiente paso era investigar sobre la ciudad. Para facilitar nuestra labor, Yerik Ramón nos trajo diferentes tipos de mapas: un mapamundi, en el que situamos la ciudad y el país, y también un mapa de París en el que buscamos los monumentos más famosos.

Como nos habíamos quedado fascinados de lo interesantes que son todos los lugares de París, seguimos realizando actividades para conocerlos más. La que más nos gusto fue la de ver con las gafas de realidad virtual en 360 grados la Torre Eiffel, el museo del Louvre e incluso EuroDisney. ¡Parecía que estábamos allí!

Una de las cosas que más nos impactó fue la historia de la Catedral de NotreDrame y de Quasimodo. Nos dio mucha pena que se quemara, pero nos consoló saber que la están restaurando.

Aprendimos también que allí se habla francés, así que para aprenderlo visitamos una clase de francés y la seño Macarena y sus alumnas nos enseñaron a decir algunas palabras este idioma como “hola”, “adiós” o “gracias”.

Hemos aprendido tantas tantas cosas que hemos acabado hasta creando una maqueta de París en miniautura, recreando el cuadro “El estanque de los nenúfares” del pintor francés Monet o elaborando el juguete Bilboquet, también de origen francés.



No podíamos irnos del país sin conocer qué comidas son típicas de Francia, así que conocimos el plato llamado Ratatouille, la fondué, el crepe, los macarons, el quiché, el croissant o la baguette y jugamos a modelarlos con plastilina y a servirlos en nuestro restaurante.

Después de comer, nos fuimos "de fiesta" y bailamos la danza del can-can, canciones marchosas cantadas en francés e interpretadas por un acordeón.

Para reflejar todo lo aprendido, hicimos un mapa mental en el que pegamos fotografías de la bandera de Francia, alimentos típicos, monumentos, personajes reconocidos y muchas cosas más.


Y ya damos por finalizado nuestro viaje. Pero antes de irnos os desvelamos nuestro próximo destino: ¡Italia!